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El diferencial no lo arregla todo

de Jose María García-Hoz 
El diferencial entre la deuda pública española y alemana no es el primer problema de la economía española, sólo su síntoma. La verdadera enfermedad está, sigue estando, en el desastroso y franquista régimen laboral
Nuestro señor Presidente del Gobierno se ha permitido una broma: el diferencial entre España y Alemania no es tan grande… Futbolísticamente hablando.
Hace unas semanas Pedro J. Ramírez contaba otra expresión relacionada con el asunto: durante la cena con un invitado, el Presidente del Gobierno atendió una llamada de alguien próximo al que le dijo: ya ves aquí sigo, pendiente del diferencial.
Fuera parte de la oportunidad del chiste y de la exactitud de la narración periodística, lo ciertos es que ambas anécdotas revelan que  para Rodríguez Zapatero los problemas de la economía española se centran en sus dificultades financieras, de forma que si estas se solucionaran y desapareciera el dichoso diferencial entre la deuda española y la alemana, todo volvería a ser más o menos como antes.
Ese es un nuevo error de diagnóstico: las dificultades de financiación que encuentra España no son el problema, sino el síntoma del mismo. Es como la fiebre que denuncia una patología: desde luego hay que bajarla, pero no por ello se cura la enfermedad.
¿Y cual es la enfermedad de la economía española? Su incapacidad para crear puestos de trabajo. El gran diferencial de España con los demás países del euro consiste que con una caída similar del PIB, el paro español triplica la media europea. Un ejemplo: el año pasado, la economía holandesa cayó un 5 por ciento, bien por encima del 4,1 de la bajada española, pero en Holanda el parosólo afecta al 5 por ciento de la población activa, mientras que en España estamos en el 20.
Sigamos: ¿Por qué tanta diferencia?. Sencillamente por el endemoniado régimen laboral español. Mientras no se solucione ese tapón –y desde luego la reforma laboral planteada por el Gobierno no es una solución– en el que los trabajadores se dividen en blancos y negros, según cual sea su tipo de contrato, los comités de empresa tienen una capacidad cuasi absoluta de paralizar cualquier reorganización interna de la empresa, el despido siga siendo el más caro de Europa… La economía española no saldrá del hoyo y, por tanto,  el diferencial entre la deuda de España y Alemania seguirá por las nubes.