España no seguirá el mismo camino de Grecia, Irlanda y Portugal, por las razones que llevan repitiendo hace mucho tiempo desde las instituciones de la UE pero acabará necesitando un rescate, aunque lo maquillen con otro estilo, así como una reestructuración al dictado de Bruselas.
Sí Bruselas concede un año más a España para cumplir el objetivo de déficit, las condiciones y reformas nos harán retroceder, aun más atrás, en las mejoras laborales y derechos reconocidos conseguidos con mucho esfuerzo, perdiendo en poco tiempo derechos sociales, que se conquistaron para asegurar unas condiciones de vida mínimamente dignas para el conjunto de la ciudadanía
Bruselas ha sugerido que se acelere el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo. La Comisión cree que la reforma aprobada en 2011 que retrasaba la edad de jubilación y ampliaba en 10 años el periodo para calcular el importe de la pensión es un "paso importante" pero no suficiente.
Actualmente, la aplicación de esta medida es progresiva. Es decir, que entre 2013 y 2014 se podrán jubilar a los 65 años aquellos trabajadores que hayan cotizado 35 años y seis meses; en 2014 y 2015 los que tengan 36 años cotizados, y así sucesivamente hasta que en 2025 solo se puedan jubilar a esa edad aquellos que tengan cotizados 38 años y seis meses.
La Comisión también considera que el coste del despido para trabajadores con contratos permanentes "sigue siendo alto" en comparación con los temporales.
En un país que no hay un tejido industrial para crear empleo con la tasa de paro juvenil más alta de la UE parece una broma pesada que sigan apostando por hacer trabajar más años a personas que llevan casi toda la vida trabajando, muchos con más de 35 años cotizados.
Desde aquí planteo una idea, que puede parecer descabellada pero que no estaría nada mal, para hacer viable el sistema de pensiones sin tener que exprimir a nuestros ancianos trabajadores hasta el último aliento en el puesto de trabajo.
Es una realidad que la automatización de muchas tareas ha proporcionado muchas ventajas pero en el ámbito laboral también se destruyen muchos puestos de trabajo que no se recuperan allí donde la tecnología sustituye a las personas. Se debería estudiar una base en un régimen especial de cotización, el cobro de una tasa o compensación económica, para las empresas que sustituyan por máquinas la mano de obra humana del mundo laboral. Por lo menos las pérdidas de puestos de trabajo serían equilibradas con unos ingresos que irían a parar a la caja de la Seguridad Social y el sistema de pensiones y así repercutieran directamente en beneficios para toda la sociedad.
¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar?
"Si el trabajo fuese algo bueno, los ricos se lo guardarían para ellos solos".